Yacer en el Mediterráneo

Qué fácil es hablar
del dolor de amor,
del corazón muerto;
si entre los dedos
de unas fuertes manos
tan sólo habita la penuria
del fino cristal roto
de la endeble bombilla.

Frágil lo llaman…
igual que el sentimiento
del deshielo de mis ojos,
que hace salvaje camino
hasta el estanque de mi pecho.
Y no hay garza ni pato,
tampoco cisne ni ganso
que acomode el húmedo
y pesado cruel tormento
de yacer a pies del Mediterráneo,
con la infinidad del recuerdo
del sol sobre el este dorado,
y lágrimas de dolor y lamento.

@XaviviGarcía

 

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