Entrevista: Rosario Raro

Hoy tengo el placer de presentar a Rosario Raro, profesora y escritora que está triunfando con su novela “Volver a Canfranc”. Mi historia con ella es un “enredo”. La conocí hace algunos años gracias al señor Google, cuando le pedí información sobre cursos y talleres de escritura creativa en Castellón. No tardó en aparecerme su blog: “Pliegos volantes”; tras encontrar su e-mail e intercambiar unos cuántos correos, me alegré al comprobar que yo no era el único «perro verde» que dedicaba su tiempo de ocio a zambullirse en la escritura. Toparme con ella fue primordial para mi formación en la escritura, no tardó en convertirse en mi gurú personal. Ella fue quién me puso en el camino correcto.

  1. Recuerdo que en uno de los primeros e-mails que intercambiamos, calificaste a los escritores como “perros verdes”. ¿Somos raros o simplemente está mal visto “perder” el tiempo escribiendo? No todos salimos futbolistas…

Por suerte. La escritura nos da satisfacciones inenarrables, aunque parezca una contradicción decirlo así. En este momento conozco a tantas personas que escriben que creo que calificaría así a los que no lo hacen, o al menos no reconocen que lo hacen.

Para mí es todo lo contrario a perder el tiempo, es amplificar la vida y sé que para ti también. Y como prueba me remito a tu prolijidad.

  1. Más de diez años impartiendo el Taller de Escritura de la UJI. Como directora del curso: ¿Qué has observado durante todo este tiempo? Es decir, ¿Han aumentado el número de matrículas? ¿Hay calidad en los escritores noveles de Castellón?

Estamos en tierra de escritores, eso es innegable. He observado la trayectoria de muchos porque he tenido la suerte de ser la primera lectora de bastantes textos y sí, la calidad sube, pero esto no tiene que ver con mi intervención sino con la del grupo. Saber de antemano que cuentas con lectores hace escribir de otra forma. Se comienza por algo básico: se deja de lado la escritura de autoconsumo que tendría que quedarse en eso: en ser leída solo por el propio autor o autora.

  1. El año pasado al fin pudimos disfrutar de tu primera novela: “Volver a Canfranc”, publicada con la potente Editorial Planeta. Una obra de gran calidad y con un éxito rotundo a nivel Nacional. Sin embargo, en tu bibliografía destacan los libros de poemas y relatos cortos: Puerto Libertad, Desarmadas e invencibles… ¿Te adaptaste bien a la hora de aventurarte a escribir una novela  larga? ¿Qué fue lo más difícil en el proceso creativo?

Cuando escribo algo no me planteo a priori la extensión que va a tener, ni siquiera el género. Hay historias que se resuelven en cinco líneas, otras en cinco páginas y otras, como en este caso, “el del libro al que usted se refiere”, -que diría algún político con uno de sus característicos ambages-, fueron más de 500 páginas, 512 exactamente.

Siempre lo más difícil de escribir es corregir. Ahí es donde nos medimos. No duele tanto cortar y cortar si nos abrimos un archivo que se llame “limbo”, “sobras”, o algo así. Ayuda mucho saber que no irá a la papelera, que se podrá reciclar. Es un consuelo para que el texto que tenemos entre manos mejore porque suele suceder así: cuanto más se tacha más gana. Aquí también se aplica la frase del arquitecto (tan relacionado con algunos personajes de mi novela) Mies van der Rohe: “Menos es más”.

  1. Es innegable el éxito (he perdido la cuenta de las ediciones) de “Volver a Canfranc”, todo el mundo habla del libro. ¿Te lo esperabas? ¿Cómo ha sido todo este tiempo tras su publicación? Cuéntanos alguna anécdota divertida.

Hasta este momento han salido cuatro ediciones en tapa dura y dos más en Booket. Está a punto de salir la tercera edición en formato de bolsillo. Y se va a publicar en breve la versión en francés ya que una editorial del grupo de comunicación Lagardère Media ha comprado los derechos en esta lengua para todo el mundo. Las negociaciones de la venta de los derechos audiovisuales para que se adapte al cine o a la televisión también están muy avanzadas.

Mi amiga Olivia Ardey me dice que escriba un libro que trate sobre todo lo que me ha ocurrido desde abril de 2015. Tengo material para varios tomos.

Lo que resume este tiempo ha sido sobre todo una sensación de irrealidad: estás en la cena de los Premios Planeta con los escritores a los que has leído siempre, te recoge un chófer para ir a una presentación, no tienes que pagar ningún gasto, detalles así hacen que sea todo bastante literario.

Y entre lo más divertido recuerdo a una persona (humana, también hay personas no humanas como los delfines y algunos grandes simios, así que es correcto lo de “persona humana” ;)) que vino “ex profeso” a la presentación de mi novela en El Corte Inglés de una ciudad muy cercana, tan cercana que estamos ahora mismo en ella, “expresamente” vino, te decía, para contar el final de mi libro. No tenía ninguna intención más. Se pasó todo el rato anterior a su intervención mirando el móvil. Algunos de los presentes aún nos reímos al recordarlo. Fue como si yo entrara a un cine, me colocara delante de la pantalla y me dirigiera al patio de butacas para decirles a todos los espectadores antes de que vieran la película: “A tal personaje lo matan”. ¿A qué lo achaco? Pues a que una vez quiso que yo la ayudara con un libro y claro, no lo hice porque no me puedo hacer la competencia desleal a mí misma. Es decir: trabajar sin cobrar. No cayó en la cuenta de que precisamente me dedico a eso. Me gustó que el ataque fuera por motivos personales (humanos) y no por nada que tuviera que ver con mi novela. Eso sí, hizo un ridículo espantoso. En fin, cosas que nos dan vidilla.

  1. Me gustó mucho la novela, pero permíteme que de tus libros saque a relucir “La llave de Medusa”, un libro de relatos cortos y microrrelatos que condensa en cada uno de sus versos todo el ingenio y potencial que tienes. Creo que es un gran desconocido y que los amantes de lo corto e intenso deberían tener en sus estanterías. Háblanos un poco de  él.

Sí, yo estoy muy satisfecha de esos relatos. Algunos crípticos, otros como tú dices muy poéticos. Son historias que quería compartir. Esa era mi única intención.

Para agradecerte tus palabras te enviaré un par:

este que se titula

Sitjar

se lo quiero dedicar a Ismael Bonet, de la librería Argot.

Antes de nacer asistí a una boda doblemente anfibia. Por un lado, porque yo ya existía buceando junto a mi gemelo en el líquido amniótico que mi madre embalsaba bajo el satén de su vestido de novia; por otro, porque fue el día en que después de la ceremonia el portón de la iglesia se cerró para siempre.

Todo el pueblo iba a ser sumergido en un tanque de 52 hectómetros cúbicos. Durante la celebración ya hubo indicios: adornos florales que incluían algas, el fondo azul de los frescos, las capillas laterales con santos vestidos con escafandras, aves acuáticas que describían círculos bajo el ábside mientras una garza real presidía el enlace.

Hoy mi hermano y yo celebramos otro cumpleaños juntos, buceando sobre aquellas fotografías.

Y

Piraña

Sobre la mesa transparente del centro del salón hay un vórtice que con su lengua de iguana se ha tragado ya varios álbumes de fotos, pilas de periódicos y revistas, la televisión, una biblioteca de varios miles de volúmenes, tres aparatos de música, todas mis películas, discos e incluso las páginas amarillas. En el centro de este espacio despejado, minimalista, reina el dispositivo tecnológico que ha metamorfoseado en aplicaciones todos estos objetos. De tan vacía, la casa se me quedó grande así que adquirí un software menguante y me mudé al vientre de la piraña.

Desde ahí os escribo.

  1. Muchas veces nos planteamos el futuro sin pararnos a pensar en el presente, y esto a veces no nos permite disfrutar del día a día. ¿Tienes proyectos que te quiten el sueño? ¿Hay próxima novela a la vista?

No me quitan el sueño sino que me hacen dormir y soñar mejor. Ahora estoy corrigiendo la novela que la editorial Planeta publicará la próxima primavera. Es, como te decía antes, el trabajo más arduo, pero durante el que surgen los mejores descubrimientos. Sentir cómo van encajando todas las piezas es lo mejor.

  1. Sé que eres una mujer de “redes”. ¿Dónde podemos seguirte?

Tengo perfil de Facebook y Twitter y hasta ahí. Algunos vivimos las siete vidas del gato simultáneamente —tal vez porque no sepamos hacerlo de otra manera—. En las dos redes sociales incluyo cuestiones librescas.  Necesitaría más páginas para mi vida familiar, social, laboral, para los viajes tan necesarios para escribir y  las otras aficiones también conocidas como hobbies, además de la literatura, otro espacio web para relatar la intendencia o manera de articular todo lo anterior, y después están las cosas y las casas de la salud y sobre todo el reporte de la existencia más placentera: la que alberga la esperanza en que todo irá a mejor.

Repaso este texto y veo/leo que ya voy por la décima vida enumerada. Lo dicho: en las redes solo libros. Todo lo demás que, por suerte, es mucho: en vivo y en directo.

  1. ¿Qué les dirías a los escritores noveles que empiezan y ven rechazado su trabajo?

Una frase de Richard Bach: “Un escritor profesional es un amateur que no se rinde”. Y otra de Agatha Christie: “Hacen falta veinte años para triunfar de un día para otro”.

Creo que la perseverancia es muy importante. La pasión y el cálculo también.

También les recomendaría que leyeran sobre lo que sucede con la semilla del bambú.

  1. ¡Ronda rápida!

Personaje Disney: Él, Walt Disney, con toda esa cuestión de su posible origen en Mojácar y su vida completa. Lo que a todas luces parece un fake, lo de la crionización, lo dejaremos al margen.

Libro favoritoCrónica sentimental en rojo de Francisco González Ledesma. Y unos mil más.

Una canción que siempre te acompañeParole, parole (cómo no). Además la versión interpretada por Dalila y Alain Delon (¡).

¿Zapatos o zapatillas?:

Casi siempre estoy descalza. Cuando tengo que salir solo botas o sandalias. No tengo término medio. Los zapatos de persona (humana), estilo salón o similar no están hechos para mí o para mi horma.

Un lugar para escribir: cualquiera. No tengo manías. Eso sí, en soledad y sin ruidos, para eso tengo que madrugar (bastante).

¿Dulce o salado?

Salado. Ese sabor se parece más a la vida.

Muchas gracias por dedicarnos tu tiempo. Siempre es un placer hablar contigo.

Gracias a ti, por ser infatigable. Nuestra historia virtual, pero muy real, es todo un ejemplo de cómo suceden las cosas en este siglo XXI que habitamos. Por ti mismo ilustras todo lo que he respondido en esta entrevista. Ojalá que veamos también una serie basada en Siroco, ese viento del sudeste que además es novela y tuya.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *