Divina de la muerte

Se había vestido y maquillado para la ocasión. Mientras el vestido de color oscuro modelaba la silueta de la mujer, las pinturas que había seleccionado con esmero decoraban perfectamente el rostro femenino.  Los tonos grises del contorno de ojos y el pálido pintalabios contrastaban con la rojiza y enorme brecha que le provocó el golpe contra el volante. El impacto que se llevó el coche en la parte delantera no pareció pronosticar un resultado tan dramático. El hecho de no llevar abrochado el cinturón de seguridad y que  no tuviera airbag fue el detonante del trágico accidente. La mujer pereció a causa de un golpe seco. Fue el novio quien tuvo que encargarse de reconocer el cadáver; fue él mismo quien por última vez la vio como la había visto tantas noche anteriores: divina de la muerte.

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