Resignado a tu interés

Te escapaste de mis labios para vivir desterrada de mi corazón; ahora, tras la llegada de los primeros esbozos de frío, es cuando por interés te acuerdas de mi leñera. No seré yo quien te reproche la huida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *