Manuscrito

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De ser cierto que la Tierra muere, pediré prestada tu espalda para escribir sobre ella mis últimos versos de mares y amores.

@XaviviGarcía

 

Sólo para romanos

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Esas veces que los sueños se desinflan, porque a pesar de ser cierto que todos los caminos llevan a Roma, Roma sólo es para los romanos.

@XaviviGarcía

 

Orfebres

Imagen: @XaviviGarcía

Días que amanecen entre plata y orfebres, para amansar un holgazán domingo que se despereza con nostalgia y aroma a café recién molido, siempre con el aleteo de una mariposa indecisa en posarse en el borde de la taza.

@XaviviGarcía

 

Celos

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¿Qué es lo que siento cada vez que me dices que él te está acariciando? No son celos. Son mil y una puñaladas que nunca terminarán con mi agonía, seguiré viviendo atormentado.

 

Moriré

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Moriré por ti cuando ya no estés. Porque lo has sido todo, un suspiro lejano que poco a poco se fue acercando a mi nuca, hasta que en cierto momento pude sentir el calor que prendiste en mí.

Moriré por ti, porque fuiste la única palabra de amor que salió de mi boca; tú lo lograste, el mérito fue solo tuyo. Yo no pude hacer más que intentar seguir luchando con la ceguera que me provocó tu belleza.

Moriré por ti, porque cuando el ocaso llama a mi cama, el único anhelo de mis sábanas es que tú te empadrones en ellas; porque provocas tempestad de deseo en cada uno de mis sueños y, así, no es fácil vivir.

Moriré por ti, aunque creo que ya lo hice hace tiempo: cuando tu indiferencia sopló la llama virgen de mi corazón.

 

Vértigo

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Al final todo termina en tus labios, y yo trepando por ellos para robarte un solo beso. Sabes que siempre se me dieron mal las alturas.

 

La fragancia del amor

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Me llevaste de la mano al firmamento; a poder tocar con las yemas las nubes; a sonreír al vacío, y luego mirarte de nuevo; a cerrar los ojos e imaginar que de verdad me amas, que no existe ninguna frontera a nuestra pasión; me enseñaste a saltar la barrera de mis miedos, a pegar patadas marciales a los que mordisquean mis sueños. Me llevaste de la mano para enseñarme todo eso y,  al final, no pude decírtelo, pero sé que lo viste dibujado en mi rostro. El amor es una fragancia duradera.

 

El último tren

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Todavía recuerdo nuestro último adiós, antes de que el tren marchase. Fue tan especial como el primer beso que nos dimos, el principal indicio de nuestro amor. Por mucho que quisiese olvidar nuestro triste destino, me es difícil borrar de mi cabeza esos luceros llorosos. No te sientas culpable por ello, es cosa del destino y, contra este, nada se puede hacer. Tan solo quiero que me recuerdes como la persona que he sido a tu lado: un hombre enamorado de tu belleza. Puedes olvidar todo lo demás si lo consideras oportuno. Se marchó el tren, tras el último aviso, y quedé vigilando como tu vagón se perdía sobre el horizonte. Mientras tanto, ya te añoraba y escribía esta misiva en mi mente.

 

Eres poesía

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Quiero escribir poesía, como esa noche en la que el sol nos despertó y la única libreta que tenía entre mis manos era la de tu cuerpo solapado al mío; y te canté al oído lo que a la luna le gusta escuchar del sol, todo un imposible de circunstancias que aun así, hizo que aquel momento valiera la pena. Hoy vuelvo a sentirme poeta, y no es que quiera volver a retozar contigo, me vale con ese recuerdo de la única vez que ocurrió.

 

Noche de Halloween

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Papá solía decir que jugar con muñecos era cosa de tontos. Lo que no sabía es que hablar con ellos era mucho peor.