Relatario La Virgulilla

Hace unos años, existía la inquietud cultural de ciertas personas que necesitaban reunirse alrededor de un café y entablar diálogo. Lo que empezó por ser un sueño, pronto se convirtió en una tertulia con un antes y un después; la evolución de la misma, tras la dirección de Felisa Bisbal, consolidó un punto de reunión semanal que pronto se bautizó: La Virgulilla. En este grupo se realizan numerosas actividades: reuniones gastronómicas, debates, club de lectura; pero hoy permitidme referirme al club de escritura. ¿Por qué? Porque me toca de cerca, tanto que ya forma parte de mí. Me explicaré. Hace ya dos años, y tras ver en mi blog el éxito de un llamamiento que denominé #findecreativo, le propuse a Felisa crear un club de escritura. Aceptó sin dejarme terminar de explicarle el proyecto. Lo fundamental era el personal, y teníamos al mejor. Si decidí emprender esta aventura fue por ellos, porque la gente que forma La Virgulilla es cercana, sincera, y no tiene más pretensión que rellenar una libreta en blanco con la experiencia de los demás; una comuna hippie cien por cien exenta de humos y malos rollos. Prueba de todo esto que cuento, es la expectación y el entusiasmo que el club de escritura ha creado entre los miembros. Cada año somos más.

Hoy estoy muy orgulloso. Durante estas dos últimas temporadas hemos valorado, entre todo el grupo, más de ciento veinte relatos. Han pasado por el club más de veinte personas. Hemos compartido más de una decena de jornadas creativas:, humor, respeto y cerveza nunca ha faltado. ¿Y qué queda de todo esto? Pues en breve lo podréis comprobar. El próximo 4 de julio, a las 19:30 horas, en nuestro escondrijo habitual, presentaremos el fruto de todo este tiempo. Nuestra primera publicación grupal: “RELATARIO LA VIRGULILLA”. Un libro con más de diez temas, escrito por gente de Castellón, Barcelona y Málaga. Una antología cargada de amor, humor, esfuerzo, y originalidad. ¿Acaso el título no lo es? Relatario, esta palabra no podría haberse engendrado en otro lugar que no fuera entre el pecho y la cabeza de un escritor proscrito de La Virgulilla.

Te recomiendo encarecidamente descubrir a esta pequeña mafia de letras, cuyo escondrijo se ubica en El Cantonet de les Aules de Castellón. Su trabajo, el esfuerzo de todos, merece la pena ser leído. Unaria Ediciones ha apostado por él, y ha creado un libro, que tras las colaboraciones de Rosario Raro y Lluïsa Lladó, se alberga literatura creativa, breve, de la buena.

Te invitamos a descubrirla: Jueves, 4 de julio de 2019; 19:30 horas, Cantonet de Les Aules (Castellón)

IV Feria Nacional de Novela Romántica de Benicàssim

Desde el 27 al 30 de junio de 2019, ha dado lugar en Benicàssim la IV Feria Nacional de Romántica. Su base de operaciones ha sido Villa Elisa, un lugar muy bonito, junto al Voramar.

Maribel Escrig, Jezz Burning, Olivia Ardey y Noelia Amarillo. Elenco de lujo.

El viernes 28 tuve el placer de participar en una mesa redonda, junto a las escritoras Olivia Ardey, Noelia Amarillo y Maribel Escrig. Un debate que fue moderado por Jezz Burning. El tema de tertulia no fue otro que el sexo en la literatura. Fue una charla muy interesante, en la que la mayoría de veces, los tertulianos coincidíamos en mayor o menor medida con nuestras opiniones. En mi caso, siendo el único hombre participante, he de decir que tanto las preguntas de la moderadora como las respuestas de mis compañeras, fueron de lo más interesante desde la óptica masculina.

La Virgulilla nunca se pierde una movida cultural. ¡Bravo!

Fue genial tener tanto público. Es cierto eso de que el amor y el romanticismo mueve el mundo. Me encantó ver a tanta gente apoyando el evento. En mi caso, fue muy agradable ver en primer línea de la charla a mis compañeros de La Virgulilla; una vez más, y demostrando su interés e inquietud cultural (son todo un referente en Castellón),  estaban ahí, apoyando un magnífico evento, capitaneado por Patricia Artero.

Patricia Artero tuvo mucho trabajo. ¡Organización impecable!

Para mí fue todo un placer participar y escuchar ciertos comentarios, de escritoras y público, alegradas al ver que la Feria Nacional de Novela Romántica de Benicàssim ha cogido mucho peso en España. Me alegro de ello.

Un anónimo desde la distancia (I)

Te recuerdo que no te he olvidado. Te sigo desde la distancia. Sé que no es lo mismo, pero me sirve para ver que te encuentras bien y estás cumpliendo tu deseo. No estás, y tengo demasiado tiempo para pensar. A veces cosas malas; no de ti, sino de mí. No sé llevar la situación. Cierto día me dijiste que uno se acostumbra enseguida a lo bueno. ¡Cuánta razón! Te fuiste, pero para cierto día volver. Cuando lo hagas, te veré desde la estación Olvido; junto al cruce Melancolía.

Crónica: Fira del Llibre d’Onda 2019

Ha sido un fin de semana muy completo en Onda. El viernes presenté mi relato romántico-erótico, «Génesis». Ayer sábado, acompañado de mis amigos y compañeros, le tocó el turno a la antología solidaria «Penumbras». Encantado y very happy con la acogida que hemos tenido. Desde aquí quiero agradecer a toda la gente que nos ha arropado, y a la organización por su atención y simpatía. Yo volveré, y lo sabéis ✌️😎

Junto a mi amigo y compañero Luís Aleixandre, presentando nuestros libros.
Firmando ejemplares a nuestros amigos de Onda.
El sábado fue turno del libro PENUMBRAS. Gran acogida por parte de los lectores, quienes se interesaron por los entresijos del proyecto terrorífico y solidario.

Engañada

Quedé embaucada por su mirada y lerda presa fui en sus manos. Quiso castigarme, y lo hizo cuando otras mujeres visitaron nuestra alcoba. Quiso reducirme, y lo consiguió cuando me menospreciaba de continuo. Me reinventé y creyó querer rescatarme, pero a eso ya no le di la mano. Me identifiqué como libre personaje y ahora vivo lo que nunca me había imaginado.

La última noche

Estephanie, en un principio sintió miedo al descubrir el secreto del joven Leroy, pero cuando miró directamente a los ojos del muchacho, se dio cuenta de que tras aquella apariencia inhumana, seguía siendo él, y eso la tranquilizó. En ese momento empezaba a comprender muchas de las cosas extrañas que le habían sucedido, pero no le dio mayor importancia. ¿Acaso ella no era un bicho raro a la que puteaban de vez en cuando en el instituto? Quizá fue eso lo que le hizo fijarse en Leroy. Siempre estuvo a su lado en momentos complicados y le enseñó otra manera diferente de ver la vida. Él intentó evitar relacionarse con ella, pero le fue complicado. Su cabeza le decía que lo mejor era olvidarse de Estephanie, pero él la anhelaba en todo momento. Tras largos siglos de inmortalidad, era la única mujer que lo había enamorado de verdad.

            —¿No te doy miedo?

            —¿Por qué debería temerte?

            —Porque soy un bicho, ya me has visto.

            —No, no es así. Simplemente eres Leroy, el chico rarito del que estoy enamorada.

            Se acercó hasta ella. La rodeó con sus brazos y puso su boca cerca del cuello.

            —¿No te asusta que pueda morderte y beber hasta la última gota de tu sangre?

            —Si tienes que hacerlo, adelante. Pero sé que no lo harás.

            —¿Cómo puedes estar tan segura de ello?

            —Mi corazón me lo dice.

      —Tu corazón no es más que un órgano repleto de arterias y plasma sanguíneo. ¡No puede saber de sentimientos!

            —¿Acaso tú no tienes?

     —Los vampiros, desde el mismo momento en que nos convertimos, dejamos de tenerlo. Sólo nos mueve nuestro instinto de supervivencia.

            Se apartó del cuello y la miró a sus ojos. En su mirada, un tanto extraña, se notaba su transformación.

            —Entonces, tú no me amas —dijo ella.

            —¡Qué sabrás tú!

            —Si no tienes corazón… —interrumpió ella.

            La volvió a rodear con los brazos. Acercó de nuevo sus labios y la besó.

            —Te amo demasiado, por eso creo que no está bien esto.

            —¿Por qué?

            —Este amor tan sólo puede provocarte daño.

          Se apartó de ella. Señaló hacia el cielo nocturno, la noche era crepuscular. La claridad daba brillo a los ojos de ambos muchachos.

            —¿Lo ves? Únicamente puedo ofrecerte esto, miles de noches, todas iguales. Ningún amanecer donde poder ver al sol dando vida a un nuevo día.

            Se acercó de nuevo a ella y tras un beso muy especial, le susurró al oído:

            —No quiero que sufras lo que a mí me han obligado a vivir.

       Utilizó un truco de hipnosis y la durmió. Borró aquel romance de su memoria para que no padeciera. Estephanie, a partir de ese momento,  echó en falta algo en su. Leroy se conformó con seguir viéndola todas las noches desde la distancia, con la agonía de saber que nunca, jamás, la podría volver a acariciar.

 

Fira del Llibre d’Onda 2019

¡Un año más llega la Feria del libro de Onda! Para mí siempre es especial regresar a casa con cada una de mis nuevas publicaciones. Esta vez lo hago con Génesis (relato de la colección CastellónEros, Unaria Ediciones) y Penumbras (antología de relatos de terror, de carácter solidario a beneficio de la ONG DELWENDE). Así que amigos, os espero allí para hablaros de estas historias tan bonitas y perturbadoras. ¡Nos vemos!

La Fortaleza de los Ojos Perdidos

Cuando el condestable, don Álvaro de Luna, se enteró de la evasión del preso Enrique Enriquez, hizo llamar a los carceleros para pedir explicaciones. Le resultaba increíble que aquel hombre, de mediana edad y con las fuerzas mermadas debido al largo encarcelamiento, consiguiera escaparse de la mazmorra ubicada en lo alto de un torreón de la Fortaleza del Duero. Si el reo llegaba vivo a la otra orilla del río, podía revivir la resistencia contra la monarquía, y eso, el condestable no podía permitirlo.

Uno de los responsables de la cárcel, seguro de su trabajo y el de sus guardias, se atrevió a afirmar que la desaparición fue cosa de brujas: era imposible que el preso saliera de allí sin ser visto. Ante su firme testimonio y dado que no dio mayor muestra de preocupación por lo sucedido, don Álvaro, le hizo apresar. Acercó la punta de una espada hasta su frente: «Si dices que no lo has visto, de nada te sirven los ojos», y se los arrancó demostrando que si allí había una fuerza sobrenatural, era su temible carácter. Hecho esto y dejando clara la importancia de aquella evasión, mandó buscar al fugitivo. Por cada hora que tardaran en encontrarlo, un nuevo ojo sería arrancado a alguien.

La búsqueda duró dos días, y Enrique Enriquez nunca apareció. Se esfumó dejando una maquiavélica colección de cuarenta y ocho ojos amputados. Nunca se supo detalle de su desaparición, pero lo que sí se sabría, es que de ese castillo nadie más sería capaz de huir. Cada cierto tiempo, don Álvaro de Luna, se encargaba de arrancar un ojo a los presos para asegurarse de que no podían escapar. Desde entonces, el lugar sería conocido por el nombre de “La Fortaleza de los Ojos Perdidos”.

Lavado de imagen

Todo el mundo sabía que era necesaria la comparecencia para el lavado de imagen. Nadie imaginó que el encargado de la limpieza sería el bote de Cristasol, con el que iban a dejar impoluta la pantalla de televisión.

Sin fundamento

Después de la cena, observó los platos de los comensales  y no tuvo más remedio que darle la razón. El cocinero televisivo con más fundamento del país no se equivocó al recomendar la receta, pero ojalá se hubiera olvidado ese día del chiste: al padre de su prometida no le resultó gracioso imaginar la última botella que su hija abriría en esa fiesta.