El olor de la muerte

Fragmento extraído de «Pídeme no morir», de la colección Noir is Black, editada por Perica la literaria.
 
Sacó del bolsillo un paquete de tabaco, y ante la rara mirada del gordo, le ofreció un pitillo:
–¿Te apetece?
El hombre aceptó gustoso y con cierta simpatía respondió:
–De algo tendremos que morir.
Le resultó irónica la respuesta. Le dio lumbre, y después prendió su cigarro con una calada muy profunda. Exhaló el humo, y notó un ligero tufillo. No era la nicotina, era ese olor desagradable que desde hacía años atrás experimentaba antes de asesinar a alguien, porque para Falciatore, la muerte tenía un olor muy especial.

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