La eternidad del fantasma

Imagen: IA en base al poema

Soy un fantasma en mi ser,
lúgubre anhelo de labios
corrompido por el deseo.

Habita en mi pecho un cementerio
con más de trescientas tumbas,
con la misma inscripción en todas:
mi nombre, sin apellidos, sin fechas,
ni tampoco un soso epitafio;
tan sólo la humedad de los lamentos
que acaricia el verde musgo.

Soy un fantasma sin sábana,
desnudo ante las miradas
de aquellos otros muertos
que eluden sus pecados
porque no lanzan piedras,
pero sí usan limpias e impolutas
sus vajillas de porcelana.

Y, mientras desfilo
vestido de lamento,
perfumado de soledad,
grito en un intento
de versar la verdad:

No fui…
No soy…
No seré,
merecedor de la eternidad.

@XaviviGarcía