Reseña: A pocos metros de la verdad
Entrevista
Espinas

Y al final
qué más da lo que pienses, lo que sientas;
si el corazón solo dicta dolor y penas.
Y qué más dan los boleros y saetas,
si en sus rimas solo habitan angustias;
zarzales que fatigan las risas.
Siempre,
con el rumbo dictado por las lágrimas.
Siempre,
entre la simbiosis de tu cuello y pecho;
el lugar justo, el lugar oportuno…
donde anida el querido ruiseñor.
Siempre,
con aquel verso que olvidar podré jamás.
Lo justo

Todo en su justa medida, como el sol en la tierra; como la lluvia en los campos… como tú, como yo cada vez que mi mirada se desliza de tu cuello hacia abajo.