Octubre

Decides hacerme feliz cuando creo que todo está perdido; entonces mis dedos piden permiso a los tuyos y se suman en un verdadero éxtasis de caricias.

Siempre quedará en mi mente ese corto recorrido de placer en octubre. Para mí eres eterna, como esa botella de sidra que te prometí y que jamás beberemos juntos.

Desesperado

Federico se enteró del embarazo de su mujer. Desde entonces, reza todos las noches a Dios para que sean octillizos; si cada uno llega con un pan debajo de brazo, tendrán para algunos días de alimento.

Curvas

De aquel camino, me quedé con el recuerdo de las curvas de tu cuerpo, mientras la locomotora echaba vapor al ritmo de nuestro amor; jadeante, húmedo y placentero.
 

Un anónimo desde la distancia (I)

Te recuerdo que no te he olvidado. Te sigo desde la distancia. Sé que no es lo mismo, pero me sirve para ver que te encuentras bien y estás cumpliendo tu deseo. No estás, y tengo demasiado tiempo para pensar. A veces cosas malas; no de ti, sino de mí. No sé llevar la situación. Cierto día me dijiste que uno se acostumbra enseguida a lo bueno. ¡Cuánta razón! Te fuiste, pero para cierto día volver. Cuando lo hagas, te veré desde la estación Olvido; junto al cruce Melancolía.

Engañada

Quedé embaucada por su mirada y lerda presa fui en sus manos. Quiso castigarme, y lo hizo cuando otras mujeres visitaron nuestra alcoba. Quiso reducirme, y lo consiguió cuando me menospreciaba de continuo. Me reinventé y creyó querer rescatarme, pero a eso ya no le di la mano. Me identifiqué como libre personaje y ahora vivo lo que nunca me había imaginado.

Lavado de imagen

Todo el mundo sabía que era necesaria la comparecencia para el lavado de imagen. Nadie imaginó que el encargado de la limpieza sería el bote de Cristasol, con el que iban a dejar impoluta la pantalla de televisión.

Sin fundamento

Después de la cena, observó los platos de los comensales  y no tuvo más remedio que darle la razón. El cocinero televisivo con más fundamento del país no se equivocó al recomendar la receta, pero ojalá se hubiera olvidado ese día del chiste: al padre de su prometida no le resultó gracioso imaginar la última botella que su hija abriría en esa fiesta.

Romance verde

El frutero amaba a la verdulera. Quería poner el plátano entre los melones, pero ella no le dejó. A ella nunca le gustaron las rarezas, era una mujer de costumbres.