Te he echado de menos

Imagen: Marco Santiago (Pixabay)

No sé si tengo derecho a echarte de menos, pero hoy los recuerdos han abierto esa caja fabricada con mimbre y formada de terciopelo rojo. Ahí es donde guardé cada uno de nuestros momentos; buenos, malos… y, tras todo eso, mi sonrisa estúpida solapando lo que en realidad siempre sentí por ti.

Ahora que has regresado y me has devuelto en forma de beso la última caricia que te regalé, es inevitable romper la coraza de valiente y duro con la que me engalané tras tu marcha. Tienes que saberlo antes de que puedas volver a marchar: «Te he echado de menos», siempre lo hice.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *