El día que me quieras,
que ya va siendo tarde,
no querré tus rancias mariposas
ni tampoco engalanados finales.
Ese día,
el que me quieras,
tan sólo recuérdame:
quién fui;
quién soy;
quién seré contigo
y tus palabras inusuales.
@XaviviGarcía
Mi pasión está entre las letras, en solitario y con sentimiento en bicromía.
El día que me quieras,
que ya va siendo tarde,
no querré tus rancias mariposas
ni tampoco engalanados finales.
Ese día,
el que me quieras,
tan sólo recuérdame:
quién fui;
quién soy;
quién seré contigo
y tus palabras inusuales.
@XaviviGarcía
Debería estar prohibido
el sacrificio de los árboles;
no por nada, sino por mucho.
Debería estar prohibido
arrebatar la pulpa de sus carnes,
únicamente por aquello del asesinato
y grabar malos versos en sus retales.
Sí, claro. Debería estar prohibido:
folletos, novelas, poemas y manuales,
que en lugar de sumar certidumbre,
nos ahondan, sin justicia, en nuestros males.
@XaviviGarcía
A lo mejor
soy un punto (o puto) negativo,
que más allá de ver al gavilán,
libre, en pleno vuelo,
juega con el polvo del camino
con los dedos de la mano;
mientras cae el reloj de arena,
entre angustias renovadas,
cada vez que al alba,
y su olor de melancolía
me hacen retroceder dos pasos.
A lo mejor, y tal vez…
porque soy un puto (o punto) negativo
que carece de toda solvencia.
2020 – @XaviviGarcia | Pic: Pixabay
@XaviviGarcia
Enloquezco
cada vez que me hablas;
mientras miro esos labios
que bailan dictados por el compás
de tus sugerentes palabras.
Y te miro, una vez más…
y me pierdo cuando pienso
haciendo un inútil equilibrismo
con el único anhelo de besarlos,
a sabiendas de la locura
de caer en tus pechos.
Y te miro, perdido, ardiendo;
mientras al final,
como un café en las manos,
me doy cuenta de que los sueños,
sin edulcorante, son amargos.
Y esa es la realidad.
@XaviviGarcia
No llevéis flores
a los difuntos,
por aquello de la astenia.
Que ellos son más de amores
que de claveles y gladiolos.
No, no les llevéis flores;
llevadles, si eso, melancolía,
para que sean sabedores
que entre pecho y costilla,
no hay pena, sino alegría
por un amor que desfalleció,
pero que nunca se apagará del todo.
@XaviviGarcia