Lo justo es marchar

Vivir cuando ya estás muerto,
resulta ser la polivalencia
de la desdicha humana;
ni puedes ni quieres
seguir el canto del ancestro.

Morir cuando estás vivo
no es más que oír y escuchar,
sin dejar de alentar la huida
hacia un paraíso desierto.

Y que no se quejen las flores,
por el mal decorado de la caja;
ni tampoco los parroquianos
por el que quiso y no fue
una decente persona alegre:

…no hubieron chistes,
tampoco saraos que quisieran
la desesperación de un hombre
que, sin freno y a marcha forzada,
dejó su nombre y apellido
en la dura rama de un nogal.

Vivir cuando ya estás muerto,
morir cuando estás vivo,
es el baladre sinónimo
de que a pesar de la simpatía,
nunca se estuvo tan bien;
pero en el fondo tan mal.

Siempre lo justo para marchar.

@XaviviGarcía

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *